Las plagas más frecuentes y cómo reconocerlas

• Araña roja: Pequeños ácaros que se alimentan de la savia de las plantas, dejando manchas amarillas y telarañas finas en las hojas.
• Mosca blanca: Insectos diminutos que se agrupan en el envés de las hojas, succionando la savia y debilitando la planta.
• Trips: Insectos alargados y oscuros que causan daños en hojas y flores, provocando manchas plateadas y deformaciones.
• Orugas: Larvas de mariposas y polillas que se alimentan de las hojas y flores, dejando agujeros y excrementos visibles.
• Pulgones: Pequeños insectos que se agrupan en los brotes y tallos jóvenes, succionando la savia y deformando las hojas.

Prevención: la mejor defensa

• Mantén un ambiente limpio: Elimina restos de hojas y flores secas, ya que pueden albergar plagas.
• Controla la humedad y la temperatura: Un ambiente adecuado dificulta la proliferación de muchas plagas.
• Inspecciona tus plantas regularmente: Detecta cualquier signo de plaga a tiempo para actuar rápidamente.
• Utiliza trampas y barreras físicas: Coloca trampas adhesivas para insectos voladores y mallas protectoras para evitar el acceso de plagas.
• Fortalece tus plantas: Unas plantas sanas y vigorosas son más resistentes a las plagas.

• Métodos biológicos: Introduce depredadores naturales como mariquitas o crisopas para controlar las plagas de forma ecológica.
• Productos ecológicos: Utiliza insecticidas y fungicidas naturales, como el aceite de neem o el jabón potásico, para combatir las plagas sin dañar tus plantas ni el medio ambiente.
• Productos químicos: En casos de infestaciones severas, puedes recurrir a insecticidas químicos específicos, siempre siguiendo las instrucciones del fabricante y tomando las precauciones necesarias.

¡No dejes que las plagas arruinen tu cosecha!